lunes, 14 de marzo de 2016

Borges poeta

Se vive maravillado cuando se lee. Google me captura con el anzuelo de un nombre de Blogger "disponible".  La primera entrada en esta aventura es la huella de un soneto.

Juan José Arreola,  el genio mexicano del Guardagujas, me ha dado noticias de estos versos impresionantes (él se atreve a llamarlos eternos) de Jorge Luis Borges:

H. O.

En cierta calle hay cierta firme puerta
con su timbre y su número preciso
y un sabor a perdido paraíso,
que en los atardeceres no está abierta
a mi paso. Cumplida la jornada,
una esperada voz me esperaría
en la disgregación de cada día
y en la paz de la noche enamorada.
Esas cosas no son. Otra es mi suerte:
Las vagas horas, la memoria impura,
el abuso de la literatura
y en el confín la no gustada muerte.
Sólo esa piedra quiero. Sólo pido
las dos abstractas fechas y el olvido.

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